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La teoría del desdoblamiento Parte I
Publicado el 2010-11-11 18:21:37 por ana
El “doble” al que se refiere no es otro que el Yo Superior, o Yo divino y la posibilidad de comunicar con él es lo que Rafael López Guerrero denomina proceso de negociación cuántica. Alcanzar el umbral König-Guerrero sería lo que Garnier Malet denomina entrar en contacto con nuestra partícula virtual de manera que ésta ordene y dirija nuestros pasos en todo momento...
Es maravilloso constatar que, desde la ciencia, se está volviendo con paso firme a los dominios del espíritu, los opuestos se unen para que al final caigamos en la cuenta de que no existe ni ciencia ni espíritu sino un todo indiferenciado. Publicaré en varios post el contenido de estos vídeos, debido a su extensión. Entre paréntesis, mis comentarios.
El desdoblamiento, ¿Cómo funciona?
Todas las partículas están desdobladas en el espacio, y nosotros, como “sacos” de partículas que somos, también tenemos un doble, lo que pasa es que no lo sabemos. La partícula virtual actúa sobre la partícula real (de la misma forma que el ADN sutil o cuántico actúa sobre el ADN biológico). Todo lo que hacemos está determinado por nuestro doble y nosotros pensamos que actuamos solos. Todas las ideas que tenemos de futuro son la exploración de futuros posibles que buscan la mejor solución y nos llevan a una síntesis de todo ello. Pero como es algo que se realiza fuera del tiempo a velocidades supra lumínicas, no nos acordamos de ello, sólo nos quedamos con la síntesis, que es lo que llamamos la intuición.
Cuando nos colocamos en una brecha temporal y fabricamos en ella un potencial, podemos memorizar este futuro sin vivirlo jamás, entonces se transforma en un pasado con la sensación de haber sido vivido pero nunca lo ha sido. Por tanto, como decía Paul Eluard, el pasado no es más que la memoria del futuro. (Esto me recuerda una frase de Carlos Schabbath: “El pasado del cosmos es nuestro futuro, el futuro del cosmos es nuestro pasado”). Es un futuro que viene del pasado sin haber sido presente. Pasado, presente y futuro son tres tiempos simultáneos y para vivir bien, tienes que saber que eres el que fue, el que es y el que será. Eso es lo que los griegos llamaban la triada.
Pero si no conseguimos memorizar el futuro antes de vivirlo vamos hacia lo desconocido, en el desequilibrio. Y si estamos desequilibrados, nos dirigimos hacia un futuro potencial memorizando otro futuro que no es el nuestro y que actualizaremos en un momento dado. Podemos utilizar las aperturas temporales para cambiar nuestro futuro y vivir bien. (Esto significa que tenemos la posibilidad de saltar las líneas de tiempo, es decir de cambiar la propia realidad -por ejemplo salir de un estado patológico hacia un estado de plena salud o de un estado de problemas económicos a otro de plena abundancia- pero eso implica identificar la línea de tiempo a la que uno desea desplazarse, es decir la realidad que uno desea crear: salud, abundancia, equilibrio emocional.. e implica también cambiar el estado vibratorio -por ejemplo pasar del odio al amor, del resentimiento al perdón etc...- de modo que éste encaje con la realidad elegida y que las acciones que emprendamos sean una expresión de la nueva línea de tiempo.)
En cuanto pensamos algo, la consecuencia ya se está forjando porque dicho pensamiento ocurre en un tiempo imperceptible, el resultado puede ser bueno o malo, dependiendo de lo que hayamos pensado. Si hemos creado algo peligroso, corremos el riesgo de tener que vivirlo (conocí hace años a una mujer que siempre temía ser atacada por un delincuente con un cuchillo y al final eso fue lo que ocurrió). Pero ocurre algo peor que eso, y es que cualquier persona puede actualizar el potencial que hemos creado y entonces seremos responsables del desequilibrio de la persona que lo haga.
Por ejemplo, si pienso en matar a alguien que no me gusta, ya sé que yo no lo hare pero lo pensé, la consecuencia ya se ha fraguado y a lo mejor a miles de Km de aquí alguien está pensando lo mismo, le abre la puerta a ese potencial y comete el crimen, de alguna manera yo seré responsable de ese crimen. (Dicho de otro modo, si emitimos pensamientos o emociones sombríos, éstos serán como una inyección de carburante negro en el egrégor negativo, que es como la estación de gasolina de todos los maleantes del planeta).
Existe un momento privilegiado en el que podemos corregir estos potenciales negativos: la noche. Durante el día, somos máquinas de fabricar potenciales, cada pensamiento crea un potencial. Si fabricas un potencial de 220 voltios, muy bien, podrás enchufar cualquier aparato pero imagina que fabricas un potencial de 1000 vatios, cuando enchufes algún aparato, todo saltará. Lo mismo ocurre con el futuro, si fabricas un potencial que no está hecho para ti, a tu medida, en cuanto te conectes a ese potencial, corres el riesgo de explotar, de ser electrocutado.